Definición

La expresión «socialismo utópico» fue acuñada por Federico Engels en Del socialismo utópico al socialismo científico, uno de los libros más leídos del socialismo en las últimas décadas del siglo XIX. Esa expresión no era nueva, pero anteriormente se había usado en forma polémica, como acusación de un grupo contra otro, mientras que Engels realiza a la vez una operación histórica y una caracterización ideológica: los reivindica como orígenes del socialismo, los impugna por proponer un ideal irrealizable y los agrupa y homogeneíza a todos como un momento previo al “socialismo científico”, que sería su superación dialéctica. En este sentido, Engels populariza la expresión “socialismo utópico” con un valor negativo.
El socialismo utópico es sobre todo identificado por la voluntad de concebir comunidades ideales, organizadas según principios democráticos y cuyas relaciones se fundan en la equidad. Desconectadas de una visión lineal del progreso donde surgirían, estas comunidades podían ser tanto proyectos más o menos cerrados para desarrollar de manera contemporánea, como los falansterios de Fourier, o bien podían estar ubicadas en un futuro más o menos mediato, como un ideal social dotado de algún grado de perfección. Lejos de representar modelos pragmáticos, en ambos casos se observa cierta asociación de las relaciones sociales surgidas bajo el utopismo con un modelo de perfección social que proviene de una cosmovisión trascendental y filosófica, tal como en la Civitas Dei de Campanella.